El ozono (O3), un gas inestable e incoloro, es un oxidante potente y un germicida muy efectivo. De hecho, el ozono es más efectivo que el cloro.
¿Por qué?
El agua ozonizada es muy utilizada actualmente para una gran variedad de tratamientos:
Infecciones bacterianas y virales de cualquier naturaleza y gravedad. Es muy común, por ejemplo, utilizarla para tratar infecciones dentales. Purifica el agua, pues le quita el olor, el sabor y el color desagradable que pudiera tener.
Desinfección del agua de bacterias patógenas, virus y cualquier microorganismo que no reacciona ante el cloro. Diabetes, hernias discales, artritis, alergias, asma, herpes. Todas aquellas enfermedades que provocan falta de oxigeno en los tejídos: cardiovasculares, úlceras, venas varicosas. Estos son solo algunos ejemplos de tratamiento, de los muchos que hay, que demuestran los beneficios que el uso del agua ozonizada aporta salud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario